Es conocido de todos el aforismo “Médico…Cúrate a ti mismo”. ¿Es verdad esto?
Ciertamente, NO. La ética aconseja al médico no tratar a su familia, y la lógica, enseña que cuando un médico está enfermo debe buscar ayuda en los colegas y no tratarse a sí mismo pues nadie es un buen juez en su propia causa.
Pero…¿es que cura la medicina? Sí, en muy contadas ocasiones, porque en la mayoría, tan solo alivia los síntomas que aquejan al paciente, sin curarlo, eternizando el negocio de la salud-enfermedad. ¡Dime lo que combates y te diré lo que promueves!
Curar no es Sanar. Curar es eliminar el síntoma…Sanar, es alcanzar la Santidad. , y esta, no es santurronería o mojigatería basada en el “Señor, señor”, es el estado de plena armonía con todo.
Cuando te haces un maestro del arte de A M A R entonces, entras en el estado de armonía y te sanas y esto tan solo tú lo puedes hacer, tú personalmente; los intermediarios te pueden brindar el conocimiento, compartir sus propias experiencias, insinuar el camino mostrándote el suyo, servirte la mesa, pero sólo tú puedes apropiártelo para tu vida.
¿Y qué es A M AR en este caso? Es primero que todo tener tu propia Actitud, consciente, positiva, resuelta por la decisión del aprendiz del maravilloso y permanente arte de vivir que pocos practican, y no, asumiendo el papel de víctimas en el que tantos caen. Tú no eliges todo lo que te sucede, pero el único dueño de la actitud que tomes ante una circunstancia, eres tú.
En segundo lugar, Muévete, haz ejercicio, sacúdete, acepta el cambio, diviértete, ríe, goza, baila. El movimiento activo es la panacea más importante para la promoción de la salud y la prevención y aún tratamiento de todas las enfermedades.
En tercer lugar Aliméntate correctamente, exquisito, balanceado, variado, consciente, feliz.
Y por último, hazte Responsable de lo que te pase y de lo que hagas, deja de cargar a los demás con tus deberes, asume tus compromisos, deja de culpar o sentirte culpable. Si acaso, solo pide a Dios sabiduría para superar las dificultades en que te hayas voluntariamente metido, no ayuda para eludirlas pues ello supondría dejar de aprender.
¡Huye de los amargados y los quejosos! Son un verdadero estorbo a tu “Santi-Sanidad”; ah, y pregúntate si de pronto no eres uno de ellos.
Pedro Rodríguez Serrano.
Médico director Hostal ;Mente Cuerpo SINDAMANOY en Zapatoca.
Un lugar para aprender y practicar el arte de A M A R.
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